Inicio Neo Tokyo

Tokyo, Japón. Desde siempre han habido bandos, pero hubo una época en la cual empezaron a haber más peleas de lo común.
Comenzaron a formarse nuevas agrupaciones de la nada, hasta que llegó un clan que comenzó a devorar a los más pequeños, convirtiéndose así en el más sobresaliente, el cual era dirigido por un solo y gran líder. Sus subordinados, en la mayoría jóvenes, le seguían fielmente con la intención de querer cambiar las reglas y normas que regían en Tokyo en ese entonces.

Con el tiempo las discusiones aumentaban, la desconfianza hacia las decisiones de su líder comenzaron a nacer y las promesas incumplidas hechas por el mismo causaron el caos y desorden. De forma radical, tres jóvenes con diferente ideales decidieron terminar con el dominio del cabecilla.

¿Cómo?. Simple, manchándose las manos de sangre.

Juntos tomaron el control de KOROSU, y así hacer realidad sus ideales. Lamentablemente esta decisión duró muy poco tiempo, debido a que nuevamente, habían diferencias respecto a sus aspiraciones, y no eran pocas. Nuevas disputas se generaron entre los recientes líderes, desatando el caos dentro del grupo. El único fin para solucionar todos sus problemas y anhelos distintos fue dividir el gran bando en tres partes, y cada parte apoyaba la visión de un líder al cual de forma voluntaria decidieron seguir, terminando así en la disolución del bando original.

El primer líder, Shiroyama Yuu, con un temperamento más prudente y diplomático, que no acostumbraba a la violencia si no era necesaria, claro está, prefería dialogar antes de derramar sangre innecesariamente. Él, junto a sus subordinados tomaron el control estratégico y comerciales del distrito de Shinjuku, más conocido como el barrio rojo, bautizando aquel nuevo grupo como HANAFUDA.

El segundo líder, Tzusuku, conocido y temido por ser violento, decidía usar la fuerza siempre antes de la razón, el diálogo con él simplemente no llevaba a ningún lado, por lo que intentarlo era una perdida de tiempo. Arrastró a sus subordinados a la zona de Sanya, por ser un barrio pobre, nadie ni la policía se meterían con ellos y sus negocios. Los nombró DAGGER.

Y el último y más joven de líderes, conocido como Kuina, medio psicótico, inquieto y con notorios problemas de cierto tipo, guió a sus subordinados a Harajuku, lugar que reclamaría como su territorio, por gustos personales y comerciales. Aquel grupo lo llamó SCRACTCHIT!.    
 
Debido a esta separación de distritos y las constantes peleas entre los miembros de los bandos por territorio, Tokyo nunca volvió a ser la misma ciudad de antes.

El presidente Yoshida Fudo decidió proteger a los civiles, llegando a un acuerdo casi obligado con los tres jóvenes. Aquel acuerdo consistía en que ellos, los líderes, no generarían altercados de ningún tipo con los civiles y  las zonas neutras, por otro lado, el mandatario no debía involucrarse con los “asuntos” en los distintos distritos, ni mucho menos meterse en las decisiones de los lideres y sus subordinados.

“No te metas con los míos y yo no me meteré con los tuyos, viejo.”

Tokyo aquel día simplemente dejó aquel nombre para comenzar a ser llamado NEO TOKYO, para indicar el inicio de una nueva era.